domingo, 9 de noviembre de 2008

¿SOY LIBRE DE VOTAR A QUIEN REALMENTE QUIERO?


por Cristina Inclán


¿Tenemos libertad absoluta para votar, simplemente por el hecho de no tener a nadie a nuestras espaldas, vigilándonos, mientras marcamos la papeleta electoral y la depositamos dentro de una urna? ¿El ejercer el voto en solitario me garantiza que en ese momento nadie, más que mi conciencia y yo, influye en mi voto? ¿Decido yo mi voto o lo decide mi jefe?


La señora de la maquila que va a votar no lo hace sola, la acompañan las palabras que escuchó pronunciar a su jefe, cuando le advirtió a la plantilla de trabajadoras que si las elecciones las ganaba el partido X, él cerraría la fábrica y se marcharía del país. Lo mismo le sucede al repartidor de productos, a la empleada doméstica o al mecánico de un taller que va a votar en compañía del riesgo a quedarse sin trabajo si el futuro gobierno no es del agrado de los dueños del negocio en el que trabaja.


Si a los salvadoreños los acompañara a votar el derecho a una prestación económica por desempleo, debido a causas ajenas a su voluntad; el derecho a prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo; el respaldo de un sindicato de trabajadores… eso sí sería ejercer el derecho a voto en libertad.


No culpo a la señora que vota a quien no quiere, no la llamo irresponsable por eso, la comprendo, sé que la comida que llevará a sus hijos mañana depende de lo que cobre hoy. Entiendo que no se arriesgue, nadie le garantiza que le den trabajo en otro lado. Basta con ver las cifras tan alarmantes de desempleo en nuestro país (http://www.pnud.org.sv/2007/idh/content/view/25/101) .

domingo, 2 de noviembre de 2008

VOTAR O NO VOTAR


Votar o no votar
Por Paola Sorto

Una amiga ha hecho un blog (http://votoconscienteonovoto.blogspot.com/) en el cual se puede opinar libremente sobre este derecho ciudadano, donde se puede opinar abiertamente sobre la política, sobre las frustraciones y las contradicciones de este pequeño país derivado de las buenas o malas políticas tomadas por nuestros representantes.

Se escucha decir frecuentemente que a la gente no le interesa la política, no sé en el medio juvenil, pero en el adulto joven al cual pertenezco es bastante común, pero así como es común decir que la política no nos interesa, porque tanto los partidos políticos como los que los representan dejan mucho que desear en integridad tanto moral como intelectual, así es común escuchar que la gente no está conforme con las políticas que ellos aprueban, que no están de acuerdo en las medidas tomadas por el gobierno, que el país está mal, que la economía va mal, que la inseguridad es angustiante, etc etc. Entonces yo me pregunto, ¿cómo es posible que no nos interese la política ? Cómo es posible que no nos interese conocer los mecanismos que nos conducen a tal o cual estado, a un estado capitalista, a un estado comunista, a un estado de bienestar, si esto nos afecta directamente en la vida cotidiana. Me parece que es una contradicción. No se puede dejar de prestar atención a las personas que conducen este país, porque la diferencia entre los países radica en los gobiernos que los dirigen y en sus políticas sociales, económicas, culturales que deciden las personas que están en el gobierno...o ¿radicará en el monitoreo constante de sus ciudadanos que no permiten que se apliquen medidas que no favorecen al país como un todo ? Podría ser...

Finalmente, reflexiono constantemente sobre el cómo incidir en las decisiones políticas,¿ cómo podemos hacernos escuchar ? Se dice que la sociedad civil tiene que hacerse valer, hacerse sentir, pero ¿cómo hacemos eso? La única forma que yo conozco es mediante la unión y la asociación, mediante iniciativas ciudadanas que permitan expresar los intereses de la población y que den como resultado personas que nos representen en el gobierno... este es el único vehículo que conozco, no encuentro otro con más incidencia ...si alguien sabe de otro, que me lo diga.

Tenemos que formar gente que nos represente en el gobierno, gente con voluntad de hacer algo por el colectivo y por supuesto que tenga capacidad académica, porque una cosa sin la otra conduce a marginación o a incompetencia.

Entonces reafirmo la frase como empieza el blog , el dilema no es votar o no votar sino hacerlo conscientemente...